Orson, mago de primera.

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martes, 20 de julio de 2021

La bruma de la senectud.

La pérdida de la memoria es la entrada del yo en un banco de niebla. De lo que puede asaltar dentro de ese estado difuso de la consciencia trata la película El padre (The Father, Florian Zeller, 2020), basada en la obra teatral homónima del propio director, novel, y adaptada cinematográficamente por el aclamado guionista Christopher Hampton.

La trama no es ninguna historia de…, sino una historia desde…, desde dentro del personaje protagonista, Anthony (Anthony Hopkins), un hombre mayor, jubilado, ingeniero de profesión, y aquejado de demencia senil o de Alzhéimer. El autor del drama ha querido que el espectador se convierta en Anthony, que vea como él lo que cree ser la realidad, que experimente si lo que sucede a su alrededor ocurre de verdad o solo en parte; si lo escuchado decir se ha pronunciado, o no. La acción es como una historia de suspense: nos preguntamos si Anthony está perdiendo la cabeza, o si alguien lo quiere confundir aposta, tal que Luz de gas. Surgen personas que no son quienes a Anthony le parece, individuos que cambian de rol. Su gran piso en Londres se modifica casi constantemente: el color de las paredes, la disposición del mobiliario, la luz que entra por las ventanas. Estamos tan confusos como lo está Anthony, y nos preguntamos dónde estará la salida de la espesa bruma, cuál será el final de todo aquello.

La réplica a Anthony se la da su hija, Anne, interpretada por una risueña Olivia Colman, cómoda y eficaz en su papel. Anne ama a su padre, pues ha recibido mucho cariño de él en la vida, y le quiere corresponder en su momento más difícil. Pero sufre al asistir a su deriva, y por los efectos de su mal genio: su ironía perversa y enrevesada que ha puesto en fuga a varias cuidadoras solventes. Anne tiene, además, el problema de que se va a ir a residir a París, y que no puede dejar a su padre solo. Pero, ¿se va a marchar a París Anne, o es una falta que le achaca Anthony? Laura, la última cuidadora, ¿se llama realmente así, o tiene otro nombre, o ni siquiera le ha sido presentada? El espectador está tan extrañado ante lo que aparece en escena como Anthony. 

Si tuviéramos que proponer un equivalente gráfico a lo que nos asalta en este drama, el ideal sería las Cárceles de la invención, de Piranesi. Un intrincado de escaleras que suben y bajan y se superponen por unos sótanos cegados, de donde no hay salida. 

Ha habido otros filmes análogos que también extrañan con secuencias entre la realidad y el delirio: El gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene, 1920), Vampyr (Carl Theodor Dreyer, 1932), El lobo estepario (Fred Haines, 1974), Spider (David Cronenberg, 2002). Quizá sean los dos últimos títulos los más similares a la experimentación realizada con el público por Florian Zeller.

El padre se alzó con dos Oscar de 2021: al mejor actor principal (Sir Anthony Hopkins, segundo para él) y al mejor guion adaptado (para Zeller y Hampton). Dos premios BAFTA 2021 en iguales categorías, un premio Goya 2021 a la mejor película europea, y Premio del Público en San Sebastián 2020, además de otros múltiples galardones entre asociaciones de críticos cinematográficos, como la de Boston. 

El padre es una cruda manifestación de los efectos devastadores de la senilidad. Un drama bastante sólido, implacablemente frío, un testimonio auténtico de un mal cotidiano.

© Antonio Ángel Usábel, julio de 2021.


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