Orson, mago de primera.

Orson, mago de primera.

lunes, 8 de septiembre de 2025

Profesores instalados en la mediocridad.

De eso trata justamente la película de Arthur Hiller Profesores de hoy (Teachers, 1984), realizada a través de United Artist, y producida por Aaron Russo (un tipo ultranacionalista, que defendía el no pagar impuestos, y que el Estado norteamericano nunca dependiera de la banca privada, sino de la reserva federal de oro, que debería así respaldar al papel moneda). El guion se debió a W. R. McKinney.

Aunque han pasado muchos años desde el estreno de esta comedia dramática, vale la pena que revisemos sus planteamientos.

"Teachers" (1984)

A la John Fitzgerald Kennedy, una escuela de secundaria masificada de Estados Unidos, llega una exalumna, Lisa Hammond (Jobeth Williams), convertida en abogada, que representa a un hombre que ha demandado al centro por haberle permitido graduarse sin saber leer ni escribir. Esta abogada desea tomar declaración a los docentes que le dieron clase, para que expliquen la razón de las graves deficiencias educativas de su cliente, así como el motivo de que consiguiera el título en Secundaria.

El jefe de estudios, el señor Rubell (Judd Hirsch), –respaldado desde la administración educativa-- se pone en guardia y presiona a cada profesor para que eluda contestar con sinceridad, sino solo dando evasivas. Pero topa con el escollo de su amigo Alex Jurel (Nick Nolte), quien no está dispuesto a mentir. Según Rubell, la escuela ofrece, y quien desea aprovechar, aprende. De acuerdo con Alex, los profesores no se esfuerzan lo suficiente y no se involucran en las dificultades de los chicos. Es más fácil trabajar en una dorada mediocridad, que los cursos vayan pasando, y que salga el sol por Antequera. El director del centro está ahí, pero como si no estuviese, pues prefiere mirar hacia otro lado. Está el típico docente que es objeto continuo de las burlas y las bromas de sus grupos. Otro, se tapa con un periódico y se duerme en clase. No explica, y tiene a los alumnos haciendo exámenes y ejercicios todos los días. Una mañana, le da un infarto, queda como dormido, suena el timbre y los grupos siguen pasando con parsimonia, como si tal. 


Otro docente sustituto es, en realidad, un enfermo mental de régimen abierto, que ha suplantado a quien estaba designado para ir. Da clases de Historia y se gana la atención de los chavales yendo disfrazado a cada explicación de un personaje histórico: hoy toca George Washington, mañana Abraham Lincoln (excelente, e inigualable, Richard Mulligan en el papel).

En la escuela hay robos, drogas, reyertas. Es un sitio muy complicado para dar clase y poder aprender. De difícil desempeño, se calificaría en España. Alex Jubel –para quitarse la espina del caso del demandante—intenta atraer el interés de un alumno líder y díscolo, Eddie Pilikian (Ralph Macchio, famoso por Karate Kid). Alex quiere que Eddie mejore su capacidad limitada de lectoescritura. A cambio, le permite hacer unas fotografías mostrando las lacras del instituto. Las imágenes que eran solo para proyectarlas y comentarlas en clase, acaban publicadas en un periódico local, con el consiguiente aguijonazo para la directiva de la escuela.

Por otro lado, y para colmo, Diane (Laura Dern), es una adolescente que queda embarazada del profesor de Gimnasia. Pide ayuda a Alex y a Eddie, para que la acompañen a una clínica abortiva. Alex intenta disuadirla, y le habla de la alternativa de tener a su hijo, y darlo en adopción. Pero, por temor a sus padres, la muchacha decide abortar.

Cuando se sabe en la jefatura de estudios que Alex acompañó a la alumna a hacerse un aborto, se utiliza el hecho para obligarlo a dimitir y que así no declare en la investigación en curso.

"Teachers" (1984)

Por su parte, el demandante (a espaldas de su abogada Lisa) ha llegado a un acuerdo económico con el instituto y la administración, y la denuncia se retira. Lisa comprueba, entonces, que su cliente solo quería dinero, y no tenía ningún interés por cambiar el sistema.

Es evidente que el guion del filme excluye a los progenitores de los alumnos, y que no se habla de su responsabilidad educativa como tutores legales. La escuela forma, pero la base de la Educación (saber ser, saber estar, saber comportarse) se aprende en casa. Si en el hogar la familia no es una verdadera familia, y ni padre ni madre asumen sus competencias, el muchacho o muchacha no recibe ninguna base y, entonces, acude al instituto sin unas directrices. Hoy en día sucede, cada vez más, que la desestructuración familiar conduce al caos y al abandono de los hijos, que crecen sin patrones edificantes. Esto la escuela lo puede asumir, solo hasta cierto punto.

Profesores de hoy pone sobre el tapete diversas cuestiones sobre la enseñanza y el aprendizaje:

1ª. ¿Saben enseñar realmente los profesores? ¿Saben cómo atraer la atención y el interés de sus alumnos?

2ª. ¿Se involucran los docentes, todo lo que pueden, en el proceso educativo?

3ª. ¿Se aprovechan, de veras, los recursos económicos y materiales que la Administración da?

4ª. ¿Se compromete la Administración –y la dirección de los centros—en las dificultades que plantea la Enseñanza? ¿Dejan “solos” a los docentes?

5ª. ¿Aprende el que quiere, y aprende todo lo necesario? (¿Se sale titulado con una óptima base de conocimientos y de habilidades sociales y profesionales?)

Antonio Ángel Usábel, septiembre de 2025.