Tomamos este título de un álbum
de Astérix para referirnos a la morada que no está en ninguna parte, donde sin
embargo los astros relucen. Esos astros que no encuentran acomodo en las
ciudades o en el campo; en un día laboral, en el quehacer de la vida corriente;
que no tienen familia, o no están a gusto con la que tienen. Un astro así fue Freddie Mercury: compositor, cantante,
estrella del grupo Queen.
Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) rinde
tributo a este artista rompedor, cínico, irónico, extravagante. Lo hace con
toda la estética y características de las películas biográficas, pero sin
incurrir en los habituales ñoñería y sentimentalismo. Además, no es una visión
solo de Freddie, sino de la banda en su conjunto. El guion apuesta por la
simpatía, los toques de humor, el dinamismo y, naturalmente, por las canciones
más melódicas del grupo. Sus miembros quedan bien representados por Gwilym Lee (Brian May), Ben Hardy (Roger Taylor) y
Tom Hollander (Jim Beach). Bohemian
Rhapsody es un filme para entretener y para gustar. También para aproximarse
a Freddie Mercury (nacido Farookh Bulsara en Zanzíbar, el 5 de septiembre de
1946), si no se le conocía.
Seis minutos cambiaron la
historia de los singles y de las transmisiones de música por radio. Los seis
minutos de duración del tema que da título a la película. Hasta mediados o
finales de los años setenta, no se editaban en singles canciones largas, que
superaran los tres minutos o tres minutos y medio. Queen osó “romper” con EMI al negarse la productora a publicar Bohemian Rhapsody en sencillo, alegando
que era demasiado extensa, además de monótona. Se acercaba a la obertura de una
ópera. Pero los gustos del público migraron y todo fue posible después. A Night At The Opera (Una noche en la ópera, 1975), un
homenaje a los Hermanos Marx, será el gran álbum de Queen. Anteriormente, grabaron Queen
I –de rock duro—y Queen II
(1974), donde el sonido se suavizaba. Después vino A Day At The Races (Un día en
las carreras, 1976), nuevo guiño a los Marx Brothers. Estos álbumes ya
contenían, como innovación, contribuciones de cada miembro del grupo. Queen intentó volver participativo al
público, para que este interviniera en el seguimiento del ritmo de las
canciones. Este rasgo lo recoge bien el guion.
El principal defecto de este largometraje es poner a CBS como
antagonista en la sombra y pretender que Freddie sin Queen no era nadie, y que
Queen sin Freddie tampoco. Muy falso, porque con CBS Mercury tuvo notables
éxitos. Cinco singles y un Long Play lo corroboran, editados entre 1984 y 1986.
Tampoco es verdad que Freddie rompiera con EMI, para quien grabó un single (Time, 1986) y tres Long Play (entre
ellos, Barcelona, en 1988). Casi a la
par que debutaba en un estudio con la banda, Mercury había grabado un single
con EMI, I Can Hear Music (1973),
aunque bajo el seudónimo de Larry Lurex.
El guion sí enfatiza la
tumultuosa relación sentimental de Freddie (Rami Malek más que correcto) con Mary Austin (Lucy Boynton), a
quien conoció en 1970, y con la que estuvo conviviendo siete años. Extraña
pareja, porque Mercury era más homosexual que otra cosa. En la película un día
Mary “se cae del guindo” y descubre la faceta gay del personaje.
No están bien trazadas las
primeras coordenadas musicales de Freddie. A finales de 1960, el vocalista
coqueteaba como fan con el grupo Smile
(futuro Queen) y compartía piso en el
selecto barrio de Kensington con Roger Taylor, miembro de su admirada banda.
Ambos vendían ropa y pinturas en un mercadillo de ese distrito londinense. Pero
al tiempo Freddie cantaba con Ibex,
un grupo de Liverpool, y con Sour Milk
Sea, con la que estuvo pocos meses. En abril de 1970, cuando Smile perdió a Tim Staffell --que por
otra parte era viejo amigo de Freddie, ya que fue compañero suyo en la escuela
de Arte donde Freddie se hizo diseñador gráfico--, Mercury pasó a la banda y
sugirió el cambio de nombre por Queen.
Él mismo diseñó el logotipo del grupo, incluyendo los signos del zodiaco de sus
componentes, y añadiendo el mítico Ave Fénix, como símbolo del resurgimiento
musical.
Freddie cometía excesos y daba
sonadas fiestas, pero no andaba “comprando las amistades” para llenar un vacío
como muestra la película. El músico y cantante era muy amigo de sus amigos, e
incluso se ganó la simpatía y el corazón de la soprano Montserrat Caballé, a
quien conoció en marzo de 1987, en la Ciudad Condal. Con ella preparó un álbum
conjunto. El famoso tema Barcelona
fue interpretado por ambos por primera vez en la discoteca ibicenca Ku, en mayo de 1988.
Así pues, Bohemian Rhapsody se centra demasiado en el matrimonio entre Freddie
Mercury y Queen, tergiversando y
olvidando otras facetas y detalles de la vida del vocalista y compositor.
Freddie Mercury contrajo SIDA en
1986. Lo mantuvo en secreto a los miembros de su banda, y no lo hizo público
hasta un día antes de morir. Falleció en su cama de su piso de Kensington, a
las siete de la tarde del 24 de noviembre de 1991. Tenía 45 años.
© Antonio Ángel Usábel, noviembre de 2018.
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